Ouros, la Cobardía

Ouros, la Cobardía

Imagen del Valkyrie Profile (PS2 Game).

¿Cuántos héroes se levantan con falsas victorias?, triunfos ilusorios que les otorgan la corona de un Reino, siendo la soberbia y la arrogancia quienes dirigen sus acciones.

Ouros es el ejemplo perfecto de un falso héroe, una estatua de granito más frágil que el cristal. En su pasado dirigió las fuerzas de la joven Ruber Deserta contra los otros tres Reinos, resistiendo el embate y las conquistas una y otra vez; pero fue el final de la Guerra por La Gloria lo que marcaría su destino para siempre, pues los otros tres Reinos firmaron la paz por el bien del naciente Reino, mientras que estos últimos se autoproclamaron vencedores de una victoria inexistente.

Ouros fue declarado Rey de todo Ruber Deserta, y su señorío fue una utopía para los nacidos dentro de La Gloria. Las murallas crecieron y las divisiones se forjaron, y al cabo de unas cuantas décadas Ruber Deserta ya se encontraba a la altura de los otros Reinos.

Pero pocos entendían cómo funcionaba la realidad de la corona: Ouros era la imagen en el trono, pero eran el General y el Consejo quienes dirigían la reconstrucción, defensa y vida en La Gloria. El Rey vivía en su palacio con un porte de orgullo y disciplina, saludando y recibiendo a sus súbditos enalteciendo su falsa imagen de héroe.

Por fuera, Ouros era la imagen de la victoria; pero por dentro era un cobarde. El Rey, para tiempos del Despertar del Miedo, se ha visto en la obligación de responder por su falsa imagen; el recibimiento de los Reflejos y la reestructuración de La Gloria han destruido su salud, y derribado aquella torre de marcialidad que con tanto esfuerzo había erigido.

Su hijo es el único que conoce al verdadero Rey, al cobarde, al falso héroe, a la mentira detrás de la corona; y fue la expedición a las Ruinas lo que terminó por romper el cristal.

Athos, la Curiosidad

Athos, la Curiosidad

Imagen obtenida de Pinterest (Ryan Goff) https://es.pinterest.com/pin/352406739571583745/

La aparición de las Ruinas en las entrañas de Ruber Deserta cambió la vida de muchas personas, principalmente del príncipe de La Gloria, Athos de Ruber.

Athos es el único hijo del Rey Ouros, y heredero legítimo al trono de todo Ruber Deserta. Su vida ha sido una consecuencia de los mitos de su padre, siendo acosado por sus súbditos como el hijo de la leyenda, el orgullo futuro, la sombra detrás de la luz. Sobra decir que a Athos esto lo marcó con un sentimiento de inferioridad, y un rencor hacia su padre, pues lo que todos los Ruber confunden con modestia del héroe, el hijo sabe bien que es una inmensa cobardía.

Athos vivió sus ciclos debajo de la sombra de su padre, esperando el día en que toda aquella responsabilidad cayera sobre sus hombros, pero todo cambió el día en que llegaron «ellos», los Reflejos. Con el arribo de los transformados de Caligatum, el pueblo rogó a su Rey una explicación, y este contestó mandando una expedición hacia las grutas subterráneas. El joven Athos era parte de la expedición.

Pero lo que encontrarían cambiaría su Destino para siempre. Ocultas entre los laberintos de agua y tierra, aparecerían las Ruinas perdidas de la Existencia, un mágico y misterioso lugar donde la vida y el tiempo son tan subjetivos como las mismas ilusiones. La expedición se convirtió rápido en una exploración de construcciones, y los guerreros se tornaron en arqueólogos ese mismo día. Athos, el más influenciado por las maravillas de la enorme caverna, al fin se encontraría a sí mismo, descubriendo su vocación y su futuro.

Pero el Rey encontraría otra cosa. Escondido entre las Ruinas, rondaba un espectro oscuro acechando a los Ruber, en especial al joven príncipe. Con el tiempo las exploraciones se convirtieron en un ritual semanal, y el joven Athos asistiría a todas y cada una de ellas, hasta el terrible día de su desaparición.

Días y semanas han pasado desde el último viaje, y los grupos de búsqueda no regresan. Nadie sabe lo que ha pasado, y son varios los que culpan a los Reflejos del secuestro; pero solo el Rey conoce la verdad, pues fue él quien cedió a su hijo a la oscuridad.

Oneroi, la Locura

Oneroi, la Locura

El vagabundo maldito, el encapuchado, la pesadilla, monstruo, el asesino despiadado, los ojos del infierno. Estos y muchos nombres más ha recibido Oneroi a lo largo su viaje.

Oneroi es un personaje sumido en la agonía y la muerte de su propia alma, un residuo de humanidad destrozada que apenas logra mantenerse gracias a leves atisbos de luz interna. La locura es su compañera, inundando su mente de recuerdos borrosos así como de susurros de destrucción y esperanza.

Iquelo encuentra la mente de Oneroi «acogedora como un hogar», siendo sin duda el lugar donde mayor tiempo permanece antes de saltar a otra víctima. Al mismo tiempo otras voces se alojan en su mente, principalmente la de su amada, la detonadora de su sufrimiento.

Oneroi ha vivido bajo el cobijo del Rey Piero de Vitae, aunque se desconoce la razón de ello. A pesar de su inestabilidad mental, ninguno de sus aliados lo ve como un peligro, pues encierra su locura para sí, explotando muy escasas veces y para sus adentros.

Piero lo toma como una víctima más de la oscura sombra de los Caligatum, mientras que su hija Meletea lo contempla con admiración, viendo a alguien que ha sufrido tanto o más que ella, alguien que puede comprenderla. Arden desconfía de su mente torcida, y lo considera un peligro para los que permanecen cerca; algo que irá aumentando conforme más pase el tiempo de sus pesadillas.

Sin embargo, hay algo en lo que todos concuerdan, algo que ningún ser jamás debe olvidar sobre Oneroi: Nunca lo mires a los ojos.

Iquelo, el Miedo

Iquelo, el Miedo

Nadie sabe quién, o qué es; pero su existencia no está en duda, pues sus susurros son los detonantes de la transformación de todo Caligatum.

Su risa aguda y cínica contrasta con la imagen oscura que surge de las pesadillas, dando la impresión de un bufón debajo de la oscura túnica, alguien que se retuerce de placer ante el sufrimiento de los demás. Solo los Caligatum han vislumbrado levemente su imagen, pero jamás su rostro; mientras que su voz es capaz de perforar las mentes de todo aquel cerca de los afectados.

Es una epidemia que se esparce lenta por sobre cada mente en la Existencia, un oscuro vaticinio de lo que se acerca, un atisbo del caos que despierta para destruir lo poco que dejó el Emperador en pie. Es la razón detrás de la locura de Oneroi, el empujón que requirió Arden para aceptar su misión, la curiosidad que se despierta en Meletea, el pasado destruido de Piero, y la mentira detrás de Keres. Es quien mueve los hilos del dormido Destino, con una motivación tan oscura como quizá predecible: El Caos en la Existencia.

Keres, la Venganza

Keres, la Venganza

La joven Keres es una de las más diestras asesinas del extinto Reino Ignis, haciendo uso de su velocidad para dar caza a aquellos que merecen la agonía en manos del fuego y la daga.

Desde la caída de su Reino y la desaparición de su padre, el Rey Moros, Keres ha vivido tras el rastro del Emperador, a sus ojos el único responsable de toda muerte tras la guerra, y único objetivo de su sed de sangre. Desde el cráter dejado por El Fin, hasta cada rincón del Desierto Rojo; desde la helada Montaña Blanca, hasta la misma Puerta Negra, Keres ha explorado todos los sitios de la Existencia en busca de su justa venganza.

Su última pista la llevó hacia las tierras del Reino Vitae, hogar del amigo de su padre y antiguo Rey, Piero; pero lo que encontrará ahí irá mucho más allá de su deseo de sangre, pues la Existencia está cambiando, y lo ha sentido. En los bosques encontrará lo que había estado buscando en dos ciclos desde la caída de Ignis: La verdad.

Imagen de Michele Chang

Meletea, la Razón

Meletea, la Razón

La joven princesa Vitae ha sabido sobrevivir en la nueva Existencia destruida. Meletea es la única heredera del Reino de la Armonía, y quizá la única Vitae que sigue viviendo en las ruinas junto con su padre, protegiendo los nobles jardines que lentamente se transforman en bosques haciendo uso de su diestra capacidad con el arco, así como de sus conocimientos de la naturaleza.

Pero su personalidad, lejos de ser firme como la fuerte sobreviviente que aparenta ser, o respetuosa como la sangre real le exige que sea, es un infierno de conflictos entre lo que quiere ser, y lo que siente en su corazón.

Meletea vive obsesionada con la lógica, dando una explicación a todo lo que sucede a su alrededor; para ella no existe secreto alguno que no pueda ser resulto con el raciocinio. Pero esta actitud que le ha dado fuerza en su Reino ya caído, poco o nada le ha servido para entender los más profundos cambios de la Existencia.

Meletea es quizá la única que se ha dado cuenta de la magnitud del problema: la guerra y el Emperador poco le importan, son los tenues cambios en la misma realidad los que le aterran. Su mirada inquisitiva ha logrado encontrar pequeños patrones en la misma lógica que la rodea, todos apuntando a una alteración de las leyes naturales.

Y la prueba más contundente de ello son las mismas Bestias Caligatum. Meletea aún no logra comprender cómo un aspecto de la mente como el «Miedo» es capaz de alterar de tal forma a una persona, pues no hay enfermedad o toxina en sus cuerpos, y todo apunta más a una evolución forzada, algo que no tiene sentido para ella. Y he ahí su verdadera motivación para seguir a su padre: la curiosidad, la necesidad de darle explicación a esos cambios que amenazan con destruir toda su lógica forzada, y descubrir la verdad detrás de las criaturas que acechan tras de la Puerta Negra.

Imagen por KejaBlank, de deviantART

Piero, el Sabio

Piero, el Sabio

Piero, el alguna vez Rey Vitae, ahora no es más que un pobre anciano encerrado en las ruinas de su palacio; pero lejos de la apariencia débil y aislada de la primera impresión, Piero es una de las pocas esperanzas de la Existencia.

El antiguo rey no descansa, al contrario, planea a cada instante la forma de devolver la antigua gloria a la Existencia moribunda; ello le ha llevado a formar alianzas con las personas más impensables para sus propósitos, mismas que le deben la vida.

Se dice que el rey alberga bajo su cuidado a un misterioso vagabundo con un aura de oscuridad a su alrededor, mientras su hija, la única sobreviviente de su familia, sigue cuidando los jardines Vitae con la esperanza de volver a ver a su gente.

Piero es la mente detrás de la esperanza, y quien ha mandado la búsqueda de Arden como nuevo aliado para su misión, pues sabe que solo un Caligatum es capaz de atravesar la Puerta Negra, y tarde o temprano tendrán que acceder al oasis oculto del Reino maldito.

La motivación del Rey Piero es indiscutible, el renacer de toda la Existencia, incluyendo el Reino Caligatum que ahora se encuentra maldito por el Miedo; pero lo turbio, lo poco entendido es el origen de la motivación.

Piero perdió a su familia en manos del Emperador, su Reino cayó a pedazos sin oportunidad de defenderse, y es marcado como un cobarde por su propia gente; es por ello que nadie se explica la verdadera razón de su proceder, pues si alguien debiera odiar con más fuerza al Emperador, es él.

Algo oculta… algo detrás de sus planes no concuerda.

Imagen por dasAoD, de deviantART

Arden, la Culpa

Arden, la Culpa

El Protagonista directo de «Miedo» es Arden, un joven refugiado de las aldeas Vitae, que lucha por proteger a los pocos sobrevivientes de la guerra. Su astucia e intelecto no tienen comparación, y es a pesar de su corta edad, el más grande estratega de la Existencia.

Pero lo que nadie sabe, salvo por aquellos que lo buscan, es que el noble protector es un Caligatum, y quizá el último sin transformar. Arden otrora fue el capitán al frente de los caballeros que destruyeron Ignis hasta los cimientos, acabando con incontables vidas inocentes, incluyendo a todos los cercanos a su mejor amigo, Lionel.

Arden vive con el remordimiento de haber sido la mano destructora del Emperador, aquel que borró de la Existencia al Reino de la Emoción. Después de la victoria de su señor, se autoexilió hacia los bosques Vitae, huyendo de su pasado, y tratando de enmendar sus errores sirviendo a la protección de los que aún viven.

Su misión es sencilla de comprender, y es fácil seguir su motivación: Busca la manera de revivir Ignis, el mismo Reino que destruyó con crueldad bajo los sucios trucos mentales de un Caligatum, y hará uso de sus nuevos aliados para ello; así tenga que regresar a la Puerta Negra y enfrentar a sus propios demonios.

Imagen por NeridaNixie, en deviantART